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martes, 12 de marzo de 2013

Se agota el tiempo.

¿Qué le pasa a mi voz? Se ha quedado muda y mi garganta solo evoca lamentos.
¿Qué les pasa a mis ojos? Se han quedado secos y elaboran algunas lágrimas que recorren mi cara.
No, no ha pasado nada, no hay cambio. Por eso.
Tal vez tenga que asimilar que esto es y será así.
Tal vez no, es lo que tengo que hacer.
Pero como en un momento de frío, excitación o miedo recorre por mí un escalofrío, una fuerza que hace que tenga expectativas, esperanza, confianza.
Idiota.





Gracias por hacerme madurar más rápido.
Lo siento por la persona en la que te estás convirtiendo.

1 comentarios:

Adrián Salar dijo...

Animo Maria! Son momentos duros y muy dificiles, pero tienes que saber asumirlos y seguir adelante. La vida son dos minutos y 1 de ellos, nos lo pasamos durmiendo! Disfruta de lo que te queda por delante!

Un abrazo!

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